No eres un fracaso, eres un autónomo que luchó
Durante años, he escuchado la misma frase en boca de decenas de clientes:
“Lo intenté todo, pero no me salió bien.”
Y suele venir acompañada de otra, aún más dura:
“Siento que he fallado a mi familia.”
Lo que pocos saben es que miles de autónomos en España están en la misma situación: trabajaron sin descanso, arriesgaron su patrimonio, intentaron sacar adelante su proyecto… y acabaron con una mochila de deudas que no les deja ni respirar.
En nuestro despacho hemos acompañado a muchos de ellos. Como abogado, ayudo a las personas a liberarse de deudas que no pueden pagar. Les acompaño para que superen sus miedos al futuro. Durante ese proceso, se crea un vínculo muy especial: muchos de nuestros clientes acaban siendo amigos.
Este artículo es para ti, autónomo que no puede más. Porque sí hay salida. Y no estás solo.
¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad y por qué también es para autónomos?
La Ley de la Segunda Oportunidad, regulada actualmente por la Ley Concursal 16/2022, permite cancelar de forma legal y definitiva la mayoría de las deudas cuando no se pueden pagar.
Aunque en sus inicios se pensó sobre todo para particulares, hoy es una herramienta imprescindible para autónomos arruinados. Y sí, aunque hayas tenido actividad económica, aunque hayas perdido todo y te persigan los acreedores, puedes acogerte a esta ley.
Requisitos que deben cumplir los autónomos
Para acogerse a la segunda oportunidad como autónomo, debes cumplir estos requisitos básicos:
Estar en situación de insolvencia actual o inminente
No haber sido condenado por delitos socioeconómicos en los últimos 10 años
Actuar de buena fe y no ocultar bienes ni ingresos
No haber usado este mecanismo en los últimos 5 años
Haber intentado (o justificar por qué no) un acuerdo extrajudicial con acreedores
¿Qué deudas se pueden cancelar?
En la mayoría de los casos, se pueden exonerar:
- Préstamos personales o de empresa
- Créditos ICO
- Tarjetas de crédito
- Deudas con proveedores
- Embargos por Seguridad Social o Hacienda (hasta ciertos límites)
- Recargos, intereses y sanciones
Y algo que los autónomos valoran especialmente: también puede protegerse parte del patrimonio, como una vivienda habitual en ciertos supuestos.
Miedo, vergüenza, culpa: las emociones más comunes (y más injustas)
Una de las cosas que más impactan es que la mayoría de estos autónomos no han hecho nada mal. Solo han tenido mala suerte o circunstancias adversas. Pero el sistema no perdona, y la presión psicológica es brutal.
Muchos no quieren hablar del tema con sus familias. Se sienten culpables. Se aíslan.
Como abogado, he vivido ese proceso muchas veces. Sé lo que cuesta dar el primer paso. Pero también he visto la transformación: del miedo al alivio, del bloqueo a la esperanza.
¿Y qué pasa con los avalistas o con las deudas conjuntas?
Es muy frecuente que un autónomo haya pedido préstamos avalados por su pareja o sus padres. En ese caso, la ley también tiene mecanismos para gestionar esta situación.
Aunque la exoneración principal se aplica al deudor, los avalistas pueden negociar condonaciones parciales o aplicar fórmulas de pago que les permitan proteger sus bienes.
Es importante contar con asesoramiento para evitar que el problema se traslade a otro miembro de la familia.
Cómo es el proceso para un autónomo paso a paso
- Diagnóstico gratuito con abogado especializado
- Recogida de documentación: ingresos, bienes, deudas
- Intento de acuerdo extrajudicial o justificación de imposibilidad
- Presentación del concurso ante el juzgado mercantil
- Exoneración definitiva de las deudas (EPIF)
Tiempo estimado: entre 6 y 12 meses en la mayoría de los casos.
¿Qué ocurre después de la exoneración?
Una vez canceladas las deudas, el autónomo puede:
Volver a trabajar sin miedo a embargos
Acceder a medios de pago y productos financieros
Comenzar nuevos proyectos desde cero
Volver a dormir por las noches
Y sobre todo, recuperar la paz mental. Algo que, en muchos casos, vale más que el dinero.
¿Por qué es fundamental tener un abogado experto?
Este proceso tiene muchos matices y documentación que hay que presentar bien. Cada caso tiene particularidades: deudas con Hacienda, bienes inmuebles, hijos, ingresos inestables…
Aquí es donde entra en juego la experiencia. Como abogado especializado, mi labor es no solo aplicar la ley, sino acompañarte emocionalmente, resolver dudas, y evitar errores que puedan bloquear el proceso.
Por eso, siempre recomiendo que antes de tomar ninguna decisión, hables con alguien que ya haya llevado casos como el tuyo.
Conclusión: no estás solo. Y no todo está perdido.
Ser autónomo en España no es fácil. Y fracasar económicamente no debería ser sinónimo de ruina personal.
“Como abogado, ayudamos a las personas a liberarse de deudas que no pueden pagar. Les acompañamos para que superen sus miedos al futuro. Durante ese proceso, se genera un vínculo especial: muchos de nuestros clientes acaban siendo amigos.”
Si tú o alguien cercano está pasando por una situación similar, recuerda que la Ley de la Segunda Oportunidad está hecha también para vosotros.
No es el final, es un nuevo comienzo. Y estaremos encantados de ayudarte a recorrer ese camino.